Y hoy quería escribir millones de textos, pero alguien pudiera creer que ni siquiera encontraba las palabras para el título, las perdí por ahí. Anoche las encontré dispersas, y como niños de primaria en el recreo, no pude controlarlas. Pero hoy, aquí, ahora, no están. No llegaron. Tienen media falta. Mientras tanto yo tecleo y tecleo cosas sin sentido. Los caprichos de la inspiración me ganaron la batalla.
1 escupieron:
en su próxima incontrolación, deberán ser señaladas en alguna pared.
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